miércoles, 13 de febrero de 2013

Avaluació

Esta penúltima entrada la quería dedicar a hacer una reflexión sobre todo lo aprendido- vivenciado durante este semestre, sobre cómo evaluar y qué evaluar de nuestro trabajo y del trabajo en las escuelas. He decidido hacerla en castellano por la simple razón de que es un tema muy controvertido y de lo más importante para los estudiantes, por eso me gustaría que esta reflexión pudiera llegar a manos y a mentes que tal vez no comprenden el catalán. 

El proyecto que nosotros hemos trabajado en la asignatura ha sido: "El banco del tiempo" y se trataba de que cada uno de nosotros (el grupo-clase) pensase en que recursos y que habilidades tiene para poder compartirlas con el resto de compañeros. Es decir, nos hemos convertido en los profesores por un día. 

Y una vez que hemos finalizado el semestre y las clases han acabado también, es el turno de pensar en la evaluación. No hemos hecho examen y por tanto no hay un valor numérico que se pueda poner a nuestro trabajo mediante una prueba técnica y objetiva. Por eso estamos ahora reflexionando sobre qué deberíamos evaluar de nuestro trabajo y cómo hacerlo. 

A mi parecer para evaluarnos y poner una nota final, exigida en todos los estudios superiores, se podrían valorar las siguientes cuestiones:
- La asistencia a clase (con un mínimo de asistencias).
- La implicación e intervención en las clases.
-La elaboración previa y la implicación en la preparación de los Talleres. 
-Cómo se ha desarrollado cada Taller: motivación- respeto y adaptación al grupo-clase.
- En cuanto a los que no han hecho ningún Taller: Implicación y respuesta a los Talleres presentados por los compañeros.
- Intervenciones y entradas-reflexiones en el blog: elaboración y desarrollo. 
Y como punto final: actitud frente a la asignatura.  

La verdad que sé a ciencia cierta que todo nuestro grupo se ha implicado y motivado con esta asignatura, porque era una asignatura hecha a nuestra medida y creada entre todos: ésto, al igual que para los niños en la escuela, motiva el doble y hace que los alumnos se impliquen muchísimo más. Por eso es muy importante creer en las evaluaciones como un recurso para incentivar a los alumnos a seguir aprendiendo y seguir motivados a autoaprender por ellos mismos, además de ser útiles y necesarios para tomar medidas y cambios en el proceso de enseñanza, y lo más importante aún es que se autoevalúe el profesor. Pero ahí está el gran dilema: ¿Qué hacer y cómo hacerlo para que la evaluación pueda cumplir estas expectativas?

Yo pienso que se debería preguntar a los alumnos sobre qué creen ellos de todo lo aprendido, si creen que han aprendido y qué opinan sobre los métodos utilizados y qué mejorarían. Porque al fin y al cabo son ellos los usuarios y "clientes" de dicha educación no?, y, que mejor que preguntar a los mismos "usuarios del sistema". Cosa que se podría extrapolar también a la política y a todos los campos de trabajo..., preguntar a los "usuarios" que opinan y acorde con ello, tomar decisiones y actuar - mejorar y avanzar!

En cuanto a la evaluación de nuestros alumnos en la escuela se debería hacer una observación- reflexión y evaluación-valoración de un proceso llamado aprendizaje, un proceso llamado autonomía y llamado crecimiento en todos los sentidos. 

Se deberían hacer como mínimo tres evaluaciones: 

- Una INICIAL: a parte de hacernos unas hipótesis sobre como interactuarán los niños a nuestros "proyectos educativos y actividades de enseñanza", se deberá pensar en: 
  • Valorar los conocimientos previos de los alumnos, para a partir de aquí poder seguir valorando los avances y aprendizajes. 
  • Conocer las características generales del grupo y poco a poco ir conociendo las necesidades y características tanto del grupo como de cada alumno. 
A partir de estas valoraciones podremos pensar en cómo encaminar nuestra enseñanza y pensar en el estilo y la mejor manera para guiarles en el camino del aprendizaje.

- Una PROCESUAL, donde evaluaremos: 
  • Los mecanismos y recursos de cada alumno para interiorizar las enseñanzas y asimilar los contenidos. 
  • La motivación y el interés.
  • Cómo se desenvuelven.
  • La colaboración- el compañerismo y demás temas transversales tan importantes(o más) como los contenidos y los conceptos. 
Todos estos ítems vendrán supeditados a la evaluación a nuestra manera de enseñar, es decir, que valoraremos su motivación intrínseca, pero la más importante  es valorar si nosotros hemos actuado de manera acorde con sus necesidades e intereses y de ahí la motivación que a ello les suscitará.

- Una FINAL donde valoraremos lo aprendido y los recursos propios que el niño haya adquirido para seguir aprendiendo y descubriendo por sí mismo. Esta evaluación final nos servirá también para valorarnos a nosotros como docentes y como profesionales de la EDUCACIÓN en todo sus aspectos.

Pero lo más importante de la evaluación es: ¡TOMAR DECISIONES FUTURAS PARA MEJORAR!























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