Esta penúltima entrada la
quería dedicar a hacer una reflexión sobre todo lo aprendido- vivenciado
durante este semestre, sobre cómo evaluar y qué evaluar de nuestro trabajo y
del trabajo en las escuelas. He decidido hacerla en castellano por la simple
razón de que es un tema muy controvertido y de lo más importante para los
estudiantes, por eso me gustaría que esta reflexión pudiera llegar a manos y a
mentes que tal vez no comprenden el catalán.
El proyecto
que nosotros hemos trabajado en la asignatura ha sido: "El banco del
tiempo" y se trataba de que cada uno de nosotros (el grupo-clase) pensase
en que recursos y que habilidades tiene para poder compartirlas con el resto de
compañeros. Es decir, nos hemos convertido en los profesores por un día.
Y una vez
que hemos finalizado el semestre y las clases han acabado también, es el turno
de pensar en la evaluación. No hemos hecho examen y por tanto no hay un valor
numérico que se pueda poner a nuestro trabajo mediante una prueba técnica y
objetiva. Por eso estamos ahora reflexionando sobre qué deberíamos evaluar de
nuestro trabajo y cómo hacerlo.
A mi parecer
para evaluarnos y poner una nota final, exigida en todos los estudios
superiores, se podrían valorar las siguientes cuestiones:
- La
asistencia a clase (con un mínimo de asistencias).
- La
implicación e intervención en las clases.
-La
elaboración previa y la implicación en la preparación de los Talleres.
-Cómo se ha
desarrollado cada Taller: motivación- respeto y adaptación al grupo-clase.
- En cuanto
a los que no han hecho ningún Taller: Implicación y respuesta a los Talleres
presentados por los compañeros.
-
Intervenciones y entradas-reflexiones en el blog: elaboración y
desarrollo.
Y como punto
final: actitud frente a la asignatura.
La verdad
que sé a ciencia cierta que todo nuestro grupo se ha implicado y motivado con
esta asignatura, porque era una asignatura hecha a nuestra medida y creada
entre todos: ésto, al igual que para los niños en la escuela, motiva el doble y
hace que los alumnos se impliquen muchísimo más. Por eso es muy importante
creer en las evaluaciones como un recurso para incentivar a los alumnos a
seguir aprendiendo y seguir motivados a autoaprender por ellos mismos, además
de ser útiles y necesarios para tomar medidas y cambios en el proceso de
enseñanza, y lo más importante aún es que se autoevalúe el profesor. Pero ahí
está el gran dilema: ¿Qué hacer y cómo hacerlo para que la evaluación pueda
cumplir estas expectativas?
Yo pienso que se debería preguntar a los alumnos sobre qué creen ellos de todo
lo aprendido, si creen que han aprendido y qué opinan sobre los métodos
utilizados y qué mejorarían. Porque al fin y al cabo son ellos los usuarios y
"clientes" de dicha educación no?, y, que mejor que preguntar a los
mismos "usuarios del sistema". Cosa que se podría extrapolar también
a la política y a todos los campos de trabajo..., preguntar a los
"usuarios" que opinan y acorde con ello, tomar decisiones y actuar -
mejorar y avanzar!
En cuanto a
la evaluación de nuestros alumnos en la escuela se debería hacer una
observación- reflexión y evaluación-valoración de un proceso llamado
aprendizaje, un proceso llamado autonomía y llamado crecimiento en todos los
sentidos.
Se deberían
hacer como mínimo tres evaluaciones:
- Una INICIAL: a parte de hacernos unas hipótesis sobre
como interactuarán los niños a nuestros "proyectos educativos y
actividades de enseñanza", se deberá pensar en:
- Valorar los conocimientos
previos de los alumnos, para a partir de aquí poder seguir valorando los
avances y aprendizajes.
- Conocer las características
generales del grupo y poco a poco ir conociendo las necesidades y características
tanto del grupo como de cada alumno.
A partir de
estas valoraciones podremos pensar en cómo encaminar nuestra enseñanza y pensar
en el estilo y la mejor manera para guiarles en el camino del aprendizaje.
- Una PROCESUAL, donde evaluaremos:
- Los mecanismos y recursos de
cada alumno para interiorizar las enseñanzas y asimilar los
contenidos.
- La motivación y el interés.
- Cómo se desenvuelven.
- La colaboración- el
compañerismo y demás temas transversales tan importantes(o más) como los
contenidos y los conceptos.
Todos estos
ítems vendrán supeditados a la evaluación a nuestra manera de enseñar, es
decir, que valoraremos su motivación intrínseca, pero la más importante
es valorar si nosotros hemos actuado de manera acorde con sus necesidades e
intereses y de ahí la motivación que a ello les suscitará.
- Una FINAL donde valoraremos lo aprendido y los
recursos propios que el niño haya adquirido para seguir aprendiendo y
descubriendo por sí mismo. Esta evaluación final nos servirá también para
valorarnos a nosotros como docentes y como profesionales de la EDUCACIÓN en
todo sus aspectos.
Pero lo más
importante de la evaluación es: ¡TOMAR DECISIONES FUTURAS PARA MEJORAR!